Como hemos venido conversando, el miedo es una especie de "sensación térmica" que todo traspasa, hace que actuemos de manera reactiva e incluso, hace que nuestras palabras y nuestro lenguaje en general, exprese esta sensación que nos ha permeado.
Nuestro lenguaje - el hablado, el gestual, el corporal, el emocional, el interno [pensamiento] y todo lo que a partir de ello manifestamos - es la representación de la forma en que entendemos y percibimos la realidad.
En este sentido, el lenguaje crea nuestra imágen de la realidad y al mismo tiempo nos la impone.
No es que describa LA REALIDAD, sólo nos la representa y lo hace considerando nuestra experiencia, nuestra cultura; la tiñe con nuestras emociones y finalmente es expresión de nuestra subjetividad.
Esto hace que cuando nos representamos la realidad - en cualquier nivel y tipo de lenguaje - nos estamos generando una "realidad personal" que muchas veces asumimos como verdadera, como LA REALIDAD y no sólo como nuestra mirada a la misma.
Este hecho nos permite afirmar que el lenguaje nos genera realidad, en otras palabras, hace que las cosas sean tal y como las describimos porque para nosotros es así.
En este sentido, es posible que más de alguna vez nos sorprendamos afirmando que no somos buenos para las matemáticas, o que somos malos para los deportes, o cualquier otra característica que asumimos ES ASÍ.
Claro, probablemente en algún momento determinado de nuestra vida quizás hemos descubierto que no teníamos la facilidad para tal o cual actividad, pero de algún modo nos representamos ese hecho como algo totalizador y absoluto y determinamos que NUNCA podríamos cambiarlo y lo transformamos en NUESTRA REALIDAD.
Nuestro lenguaje - el hablado, el gestual, el corporal, el emocional, el interno [pensamiento] y todo lo que a partir de ello manifestamos - es la representación de la forma en que entendemos y percibimos la realidad.
En este sentido, el lenguaje crea nuestra imágen de la realidad y al mismo tiempo nos la impone.
No es que describa LA REALIDAD, sólo nos la representa y lo hace considerando nuestra experiencia, nuestra cultura; la tiñe con nuestras emociones y finalmente es expresión de nuestra subjetividad.
Esto hace que cuando nos representamos la realidad - en cualquier nivel y tipo de lenguaje - nos estamos generando una "realidad personal" que muchas veces asumimos como verdadera, como LA REALIDAD y no sólo como nuestra mirada a la misma.
Este hecho nos permite afirmar que el lenguaje nos genera realidad, en otras palabras, hace que las cosas sean tal y como las describimos porque para nosotros es así.
En este sentido, es posible que más de alguna vez nos sorprendamos afirmando que no somos buenos para las matemáticas, o que somos malos para los deportes, o cualquier otra característica que asumimos ES ASÍ.
Claro, probablemente en algún momento determinado de nuestra vida quizás hemos descubierto que no teníamos la facilidad para tal o cual actividad, pero de algún modo nos representamos ese hecho como algo totalizador y absoluto y determinamos que NUNCA podríamos cambiarlo y lo transformamos en NUESTRA REALIDAD.
El miedo que actualmente permea nuestra realidad, hace que la percepción y la forma en que nos comunicamos y que usamos el lenguaje aumente esta sensación térmica de miedo, de inseguridad y que sigamos totalizando nuestros aspectos negativos, reduciéndonos y decretándonos permanentemente y con ello dejándonos "fijos" en un punto de nuestra vida.
Valdrá la pena, entonces, detenerse un momento y hacer el ejercicio de mirarnos en nuestros miedos y en cómo los expresamos y verificar si nos estamos o no decretando y con ello diminuyéndonos.
Es tiempo de abrir y de andar caminos nuevos.............!!!!
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