Comprender nuestra polaridad permitirá entonces, el poder comprender-NOS en todos nuestros actos, especialmente en aquello que pueda parecernos más despreciable de nuestro ser. Debemos ser capaces de comprender que también somos todo aquello, incluso aquello despreciable. En definitiva, comprender que nada de nuestro SER es, en sentido estricto, algo despreciable.
Todo esto, también nos permitirá poder mirar nuestros actos "negativos" como la gran oportunidad de aprender algo más de nosotros mismos, del porqué de todo aquello "negativo" y a partir de ello, descubrir donde está lo "positivo".
Todo esto, también nos permitirá poder mirar nuestros actos "negativos" como la gran oportunidad de aprender algo más de nosotros mismos, del porqué de todo aquello "negativo" y a partir de ello, descubrir donde está lo "positivo".
El trabajo humano-espiritual de hacer conciencia, implica reunir y aceptar nuestra polaridad y a partir de esta realidad, seguir nuestro camino de experienciar-NOS en lo que somos realmente.
Reunir todas nuestras partes, que siempre se nos aparecen como dispersas e inconexas, y darnos al trabajo de buscar sus conexiones para unificarlos e integrarlos a nuestra vida, es la tarea de nuestro día a día.
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