El "creer" en algo o en alguien, finalmente es un acto de "buena voluntad", es una adhesión voluntariosa y/o emocional del ser, a este algo o alguien.
No entra al juego en ninguna parte - excepto para alejarla - la razón, el entendimiento o el proceso cognitivo en sí, sólo basta para este creer, la voluntad de hacer, la emoción y los sentimientos que este creer me produce.
Ya no importa lo que mi razón diga; finalmente y en caso de apuro, aplico el dogma y satisfago mi necesidad de comprender con la respuesta de que es algo incomprensible o de que está más allá del entendimiento; lo que importa es que actúe y que lo haga en consecuencia con esta creencia.
Es fácil pasar al fanatismo cuando se "cree" en algo, la combinación de emociones, sentimientos, voluntarismo y dogmas están en un equilibrio muy precario y bastará un pequeño temblor para que toda la estructura se caiga y pasemos a fases extremas.
Por este riesgo, el creer y la creencia son de las cosas más complicadas y peligrosas que hay y nunca debieran confundirse con
Jesús, el Cristo, decía que si nuestra fé fuese del tamaño de una semilla de mostaza, podríamos mover montañas...
1 comentario:
Para algunos es dificil ver la diferencia entre tener fe y creer, pero cuando lo descubres puedes caminar sin miedo y con el convencimiento de que tu vida es sagrada y unica. Aprendes a vivir con amor.
Cota.
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