lunes, 31 de marzo de 2008

SEMILLAS DE MOSTAZA....


El "creer" en algo o en alguien, finalmente es un acto de "buena voluntad", es una adhesión voluntariosa y/o emocional del ser, a este algo o alguien.

No entra al juego en ninguna parte - excepto para alejarla - la razón, el entendimiento o el proceso cognitivo en sí, sólo basta para este creer, la voluntad de hacer, la emoción y los sentimientos que este creer me produce.

Ya no importa lo que mi razón diga; finalmente y en caso de apuro, aplico el dogma y satisfago mi necesidad de comprender con la respuesta de que es algo incomprensible o de que está más allá del entendimiento; lo que importa es que actúe y que lo haga en consecuencia con esta creencia.

Es fácil pasar al fanatismo cuando se "cree" en algo, la combinación de emociones, sentimientos, voluntarismo y dogmas están en un equilibrio muy precario y bastará un pequeño temblor para que toda la estructura se caiga y pasemos a fases extremas.

Por este riesgo, el creer y la creencia son de las cosas más complicadas y peligrosas que hay y nunca debieran confundirse con la FÉ.

Jesús, el Cristo, decía que si nuestra fé fuese del tamaño de una semilla de mostaza, podríamos mover montañas...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Para algunos es dificil ver la diferencia entre tener fe y creer, pero cuando lo descubres puedes caminar sin miedo y con el convencimiento de que tu vida es sagrada y unica. Aprendes a vivir con amor.
Cota.