El creer puede partir de la voluntad de aceptar algo, teniendo o no pruebas a la vista, eso ya ni importa pues es la voluntad la que mueve este hecho.
También este creer, puede ser una amorosa adhesión incondicional a algún valor o principio que mueva mis emociones y que produzca una agradable sensación de seguridad esencial en mi ser. Puede suceder que este creer en esto o aquello, surja de alguna experiencia que haya marcado profundamente algún momento de mi vida personal.
Con todo, independientemente del cómo haya surgido este creer o lo que lo haya inspirado, sigue siendo un acto que "supone", un acto de "espera", finalmente un acto que surge como reacción, como respuesta a una motivación externa. Si me apuran, puedo llegar a creer hasta en elefantes rosados y con alas o en Dumbo... es posible su existencia?, claro que es posible, de hecho lo puedo hasta imaginar porque me baso en la realidad de la existencia de los elefantes; pero su existencia es improbable y es por eso mismo que requiero mi voluntad para creer en eso.
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