LO CREES...??

La creencia surge cuando nos encontramos con algo que no es posible de explicar suficientemente o con algo que está mucho más allá de nuestra capacidad de entendimiento o comprensión. Así, cuando nos enfrentamos a un hecho o circunstancia de mucho dolor e incomprensible (o muy difícil de aceptar), por lo trágico o por lo inesperado, pues acudimos a la Iglesia con nuestra creencia en una vida más allá que nos dé algo de consuelo ante tamaña pérdida.

La buena noticia es que si bien es cierto, el método no es el correcto - la creencia -, no estamos lejos de la verdad al "creer" en esa vida después de la vida. La mala noticia es que el método utilizado es erróneo porque nos genera una especie de conformismo frente a los sucesos de la vida y una cierta desidia a tomar las riendas y responsabilidad sobre nuestra propia vida.

Nos acostumbramos a "creer" en las personas, las cosas, la vida y al creer nos transformamos en espectadores de nuestra vida. A partir de nuestra creencia, padecemos la vida, las cosas nos pasan sin remedio, sin nuestra aprobación o sin nuestra aparente ingerencia.

Es bueno de vez en cuando, tomarnos el pulso en esto y controlar nuestra necesidad de creer en cualquier cosa para tranquilizar y dopar nuestra conciencia...