Y llegó el discípulo a buscar a su Maestro y lo encontró sentado afuera del templo
- ¿qué haces sentado acá, afuera del templo, Maestro?
- el Maestro abrió los ojos y le dijo, no sentí que estuviese fuera del templo
Llega un momento en la vida en que todo es sagrado y que todo el planeta es un templo, un lugar de recogimiento
Más o menos es esto lo que expresa Alejandro Jodorowski en uno de sus libros dedicado a los chistes (no recuerdo el nombre)
A mi me quedó dando vueltas el tema de que todo puede llegar a ser sagrado y me gatilló entonces la idea de que en realidad, lo sagrado o no de un lugar o de un hecho, depende en mucho de tí mismo y de tu propia forma de ver tu realidad y del cómo la vives.
Pareciera ser, entonces, que si tu logras ver y sentir tu propia vida como sagrada, todo lo que desarrollas durante ella es manifestación de lo sagrado que hay en tí y debiera hacerse con el respeto y recogimiento de estar en lo sagrado, de estar en un ritual.
Cada acto tendría un sabor diferente y elevaría tu conciencia a otro nivel. Quizás hasta se podría comprender el amor de una forma diferente al que hemos aprendido. Tema para reflexionar...
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