Trabajar en desarrollar nuestra conciencia, implica estar alertas a todo lo que hacemos, decimos, omitimos, interpretamos, sentimos, etc. Este trabajo nos provocará, al inicio, una sensación de tensión, la que lentamente se irá transformando - por nuestro mismo trabajo personal -, en un estado de atención que no nos abandonará más.
Este estado de atención nos permitirá desarrollar nuestro OBSERVADOR INTERNO, el que por su naturaleza está siempre alerta y por lo mismo, podrá ayudarnos a mejor ponderar nuestros actos, nuestros pensamientos, nuestros deseos y todo lo que somos en este plano de manifestación.
Fundamental es, entonces, comprender que sin este observador interno - el que debemos desarrollar día por día en su alcance y profundidad - es poco lo que podemos avanzar en este trabajo de desarrollo de nuestra conciencia.
En este trabajo, ya no podemos seguir las normas y reglas de otros, ni tampoco las del pensamiento dogmático, ni de aquel que sólo busca la expresión externa, ritual, socialmente aceptable. Este trabajo personal, nos obliga a tomar nuestras propias decisiones y a hacernos responsables de nuestros actos, de todo ellos, incluso de lo más sutil que podemos generar.
Debemos aprender a vivir en conciencia de TODO lo que somos y en donde nos movemos.
Alcanzar este estado de conciencia nos hará comprender la magnificencia de la obra de DIOS en nosotros y podremos ser activos co-creadores del Reino.
Recordemos lo que Yoshua Emmanuel, conciente de esta realidad, nos decía:
Este estado de atención nos permitirá desarrollar nuestro OBSERVADOR INTERNO, el que por su naturaleza está siempre alerta y por lo mismo, podrá ayudarnos a mejor ponderar nuestros actos, nuestros pensamientos, nuestros deseos y todo lo que somos en este plano de manifestación.
Fundamental es, entonces, comprender que sin este observador interno - el que debemos desarrollar día por día en su alcance y profundidad - es poco lo que podemos avanzar en este trabajo de desarrollo de nuestra conciencia.
En este trabajo, ya no podemos seguir las normas y reglas de otros, ni tampoco las del pensamiento dogmático, ni de aquel que sólo busca la expresión externa, ritual, socialmente aceptable. Este trabajo personal, nos obliga a tomar nuestras propias decisiones y a hacernos responsables de nuestros actos, de todo ellos, incluso de lo más sutil que podemos generar.
Debemos aprender a vivir en conciencia de TODO lo que somos y en donde nos movemos.
Alcanzar este estado de conciencia nos hará comprender la magnificencia de la obra de DIOS en nosotros y podremos ser activos co-creadores del Reino.
Recordemos lo que Yoshua Emmanuel, conciente de esta realidad, nos decía:
"Yo estoy en mi Padre, y vosotros en Mi, y Yo en vosotros."
(Juan 14:20)
(Juan 14:20)
No hay comentarios:
Publicar un comentario