Si logramos estar atentos, nos daremos cuenta que vivimos un tiempo especial.
Leemos con asombro como la prensa internacional levanta dedos acusadores contra personajes y personeros. Vemos como aquello que estaba oculto sale a la luz. En la TV se nos bombardea con reportajes y documentales catastróficos y se juega con nuestra sensación de miedo.
Desde el punto de vista personal estamos dispuestos a buscar con frecuencia, alternativas para nuestro progreso de conciencia y desarrollo espiritual.
Pero aún así y con todo lo que sucede a nuestro alrededor - y quizás por esta misma realidad que vivimos - seguimos en la "externalidad" en la "periferia" de nuestro SER.
Buscamos que nos den respuestas y no somos capaces de generar las nuestras; que nos indiquen caminos y no buscar nuestro propio camino; seguir a otros y no seguir a nuestra propia conciencia y corazón.
En tiempos como los que vivimos, es más que necesario retomar lo más relevante para nuestra propia vida, retomar aquella herramienta que sólo depende de nosotros y que gracias a su buen uso, podemos avanzar en nuestro propio camino: el silencio...
Aprender a vivir en el "silencio" - que no es lo mismo que estar callados - implica desarrollar nuestra capacidad de observar y de observar-Nos... de escuchar y de escuchar-Nos...
Sólo si somos capaces de vivir en esta realidad, podremos mejor comprender lo que somos y tomar contacto con nuestra propia sabiduría personal.
Leemos con asombro como la prensa internacional levanta dedos acusadores contra personajes y personeros. Vemos como aquello que estaba oculto sale a la luz. En la TV se nos bombardea con reportajes y documentales catastróficos y se juega con nuestra sensación de miedo.
Desde el punto de vista personal estamos dispuestos a buscar con frecuencia, alternativas para nuestro progreso de conciencia y desarrollo espiritual.
Pero aún así y con todo lo que sucede a nuestro alrededor - y quizás por esta misma realidad que vivimos - seguimos en la "externalidad" en la "periferia" de nuestro SER.
Buscamos que nos den respuestas y no somos capaces de generar las nuestras; que nos indiquen caminos y no buscar nuestro propio camino; seguir a otros y no seguir a nuestra propia conciencia y corazón.
En tiempos como los que vivimos, es más que necesario retomar lo más relevante para nuestra propia vida, retomar aquella herramienta que sólo depende de nosotros y que gracias a su buen uso, podemos avanzar en nuestro propio camino: el silencio...
Aprender a vivir en el "silencio" - que no es lo mismo que estar callados - implica desarrollar nuestra capacidad de observar y de observar-Nos... de escuchar y de escuchar-Nos...
Sólo si somos capaces de vivir en esta realidad, podremos mejor comprender lo que somos y tomar contacto con nuestra propia sabiduría personal.
No olvidemos que...
"No hay en todo el universo nada tan parecido a Dios como el silencio"
(Maestro Eckhart)
(Maestro Eckhart)
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