En estos días, en que parece que todo sigue moviendose bajo nuestros pies, el dolor y temor nos acechan cada noche, las noticias nos crispan los nervios y nos cuesta demasiado conciliar el sueño.
La sensación de inseguridad a muchos los tiene al borde del colapso y la Tierra, nuestra querida Gaia, sigue moviéndose... especialmente en nuestra patria.
Ha sido esperanzador ver la reacción de solidaridad y de cooperación con que la sociedad civil ha acudido en ayuda de los que perdieron todo, incluso a sus seres queridos. Particularmente emocionante han sido los jóvenes que desde el primer día, están trabajando para levantar casas de emergencia, para la preparación de bolsas con alimentos básicos, entregando pan, agua, ropa, etc...
Pero lo más importante, es que la mayoria de ellos han acudido porque sienten en su corazón el ansia de colaborar con el que sufre, comprenden que estamos unidos en un mismo destino, sienten que deben tender la mano ofreciendo todo lo que tienen, aunque lo que tengan sólo sea su voluntad de cooperación.
La solidaridad extranjera también ha sido emocionante, pues quién hubiera imaginado que tantos gobiernos y ciudadanos extranjeros estaban dispuestos a venir a darnos una mano para levantarnos...?
Ha sido una gran lección de humildad.... ojalá saquemos provecho de tanta solidaridad y colaboración y aprendamos de una buena vez que TODOS SOMOS UNO y que debemos construir el REINO aquí y ahora.
Recordemos lo que nos decía Yoshua Emmanuel:
La sensación de inseguridad a muchos los tiene al borde del colapso y la Tierra, nuestra querida Gaia, sigue moviéndose... especialmente en nuestra patria.
Ha sido esperanzador ver la reacción de solidaridad y de cooperación con que la sociedad civil ha acudido en ayuda de los que perdieron todo, incluso a sus seres queridos. Particularmente emocionante han sido los jóvenes que desde el primer día, están trabajando para levantar casas de emergencia, para la preparación de bolsas con alimentos básicos, entregando pan, agua, ropa, etc...
Pero lo más importante, es que la mayoria de ellos han acudido porque sienten en su corazón el ansia de colaborar con el que sufre, comprenden que estamos unidos en un mismo destino, sienten que deben tender la mano ofreciendo todo lo que tienen, aunque lo que tengan sólo sea su voluntad de cooperación.
La solidaridad extranjera también ha sido emocionante, pues quién hubiera imaginado que tantos gobiernos y ciudadanos extranjeros estaban dispuestos a venir a darnos una mano para levantarnos...?
Ha sido una gran lección de humildad.... ojalá saquemos provecho de tanta solidaridad y colaboración y aprendamos de una buena vez que TODOS SOMOS UNO y que debemos construir el REINO aquí y ahora.
Recordemos lo que nos decía Yoshua Emmanuel:
“No tengan miedo, mi pequeño rebano,
porque es la buena voluntad del Padre darles el reino.
Vendan sus bienes y den a los pobres.
Provéanse de bolsas que no se desgasten;
acumulen un tesoro inagotable en el cielo,
donde no hay ladrón que aceche ni polilla que destruya.
Pues donde tengan ustedes su tesoro,
allí estará también su corazón.”
(Lucas 12, 32-34)
porque es la buena voluntad del Padre darles el reino.
Vendan sus bienes y den a los pobres.
Provéanse de bolsas que no se desgasten;
acumulen un tesoro inagotable en el cielo,
donde no hay ladrón que aceche ni polilla que destruya.
Pues donde tengan ustedes su tesoro,
allí estará también su corazón.”
(Lucas 12, 32-34)
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