Hace falta capacidad de observación y estar muy despiertos para descubrirlos, comprenderlos y vivir bajo ellos.
En este relato del huerto de Getsemaní, nos encontramos con una de ellos que como todos, son fundamentales para nuestra mejor comprensión de la vida, en su contenido y acepción más amplio…
En el mundo del misticismo, esta principio o ley se conoce como la LEY DE CAUSA Y EFECTO, en el mundo de la física la denominamos principio de Acción y Reacción y en algunas espiritualidades, como la ley del KHARMA
Pero veamos algunos textos…
Llegan los guardias del templo y quieren llevarse detenido a Yoshua y uno de sus discípulos sacando la espada y para evitar esta detención, corta la oreja de unos de los guardias… Yoshua, deteniendo este acto y sanando al guardia, le dice al discípulo: “quien a hierro mata a hierro muere” (Mateo 26, 50-52)
Pareciera entonces que cada acto nuestro, no solo no pasa inadvertido sino que, con cada acto, generamos una consecuencia como respuesta…
Sin embargo para una mejor comprensión de este principio, debiéramos ver otro texto más que nos da una visión más amplia de este principio… “si te pegan en una mejilla, pon la otra” (Mateo 5, 38-42)
Como es esto....?, pareciera que esto indica que no debiéramos REACCIONAR frente al acto de otro, sino que debiéramos ser capaces de modificar la energía de ese acto originario del otro, que busca provocarnos y mutarlo en una energía, en este caso, animada por la bondad… y para qué haríamos esto…? al parecer, si logramos cambiar la energía original que motivo el acto del otro obtendríamos una reacción del universo distinta, al menos para nosotros…
Considerando estas realidades, debiéramos revisar nuestra vida y verificar si nuestros actos son concordantes con lo que queremos obtener como respuesta… pero debemos saber también que esto es bastante más complejo que el acto o la obra, tiene relación también con nuestro pensamiento, con nuestro deseo y con toda nuestra manifestación humana…
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