Habiendo terminado la cena, Yoshua y sus discípulos deciden subir hacia el huerto de los olivos en donde él quería meditar y orar… antes de salir hacia ese lugar, Yoshua anuncia lo que va a suceder esa noche y que sus acciones escandalizarán a tal punto a sus discípulos, que por miedo ellos le negarán… incluso le indica a Pedro que antes de que el gallo cante, le negará tres veces… (Mateo 26, 30 – 35).
Luego de que Yoshua Emnanuel es apresado en Getsemaní, fue llevado al templo ante el sumo sacerdote, Pedro esperaba en el patio del templo y allí fue encarado por la gente del lugar que le acusaba de ser discípulo de Yoshua… y claro, antes de que el gallo cantara Pedro le negó las tres veces, tal y como Yoshua le había avisado… y al recordar las palabras de advertencia de Yoshua, lloró amargamente… (Mateo 26, 69 – 75).
1 comentario:
Si fueramos diferentes de Pedro, quizas el mundo sería hoy muy distinto, hemos negado al Cristo, no tres, sino millones de veces como humanidad, priorizando lo que otros digan antes que nuestro propio sentir.Pedro, somos todos, luchando por ser consecuentes con nuestras convicciones, en un camino de ensayo y error, hasta llegar a comprender que la verdad, que está dentro de nosotros, por negada que sea, no deja de ser verdad, y tarde o temprano sale a la luz. Podría decirse entonces, que somos "hijos del rigor", al tener que repetir las experiencias dolorosas,una y otra vez, entes de entender lo que la "razón" se empeña en negar.
Abrir el corazón, escucharlo,en estado conciente, pareciera se la clave, para ahorrarnos la seguidilla de experiencias repetidas.El punto es, ¿estamos concientes ?
Rossy
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