
La vida es un camino que vamos construyendo a diario, cada decisión que tomamos, incluso la más simple, va constituyendo nuestra inmediatez que es lo que orienta nuestro siguiente momento.
La sumatoria de esos momentos y el hilo conductor de los mismos, es lo que definiríamos como nuestro presente y hacia donde nos dirigimos. Cada opción que hacemos, incluso la más vanal y simple, abre un nuevo horizonte de posibilidades cada vez.
Estamos de pié frente a múltiples opciones y cada paso presenta nuevas posibilidades. Por supuesto que no estamos concientes de esto y creemos que la vida es muchas veces monótona y sin brillo, pero cada día que tenemos es un inmenso regalo lleno de sorpresas y milagros.
Aprender a estar atentos a la vida es el mayor acto de sabiduría que podemos tener. A mi entender, quizás el más sanador y el único que nos da verdadera perspectiva de las cosas.
A veces estamos tan preocupados por resolver la vida, que la vida misma se nos va por entre los dedos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario