lunes, 13 de diciembre de 2010

ANTIGUA ORACIÓN INDÍGENA



Oh Gran Espíritu, cuya voz yo escucho en los vientos,
Y cuyo aliento da vida a todo el mundo,
Escúchame. Yo soy pequeño y débil. Necesito tu fortaleza y sabiduría.

Permíteme caminar en la Belleza, y hacer que mis ojos
siempre contemplen el atardecer rojo y púrpura.


Haz que mis manos respeten las cosas que haz hecho y que mis oídos
sean agudos para escuchar tu voz.


Hazme sabio para que así yo pueda entender las cosas que Tú
has enseñado a mi Gente.


Permíteme aprender las lecciones que Tú
haz ocultado en cada hoja y roca.


Yo busco fortaleza, no para ser más grande que mi hermano,
sino para pelear con mi más grande enemigo - yo mismo.


Hazme siempre listo para venir a Ti con manos limpias y ojos directos.
De manera que, cuando la vida se desvanezca como el
desvaneciente atardecer,
mi espíritu pueda venir a Ti sin ninguna vergüenza.


[Del libro: "Defendiendo la Sagrada Tierra" ("Defending Sacred Ground"),
Volumen 1, El Compendio Andromedano en colaboración con Alex Collier.
Original en Inglés, traducción.]

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