A veces la vida se nos presenta con tanta dificultad, con tanto trámite para obtener algo, como que todos jugaran en contra nuestra y estuviesen confabulados en hacérnosla difícil, casi imposible
Pareciera que llegamos a esta vida tan de improviso, que a nadie se le aviso y nadie nos espera con los brazos abiertos, al contrario, se nos deja muy claro que sobramos o que somos un problema
A veces miro a los bebés y pienso a qué mundo llegaron y lo valientes que han sido en venirse a este lado de la vida a ser un testimonio de que todo sigue a pesar de todo, incluso, de nosotros mismos
Mirar los ojos de un niño o de un bebé no sólo renueva nuestra fe, sino que es un mensaje directo de alegría y esperanza
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